Una tienda de Jean Paul Gaultier, en Tokio.

Una tienda de Jean Paul Gaultier, en Tokio. iStock

Mercados

Puig valora sus marcas y licencias en 4.114 millones de euros, pero advierte del riesgo de deterioro

La compañía no ha aprobado ninguna política de retribución al accionista, aunque espera repartir el 40% de sus beneficios en concepto de dividendos.

19 abril, 2024 02:18
Rubén Escudero Laura Piedehierro

Puig, el grupo catalán de perfumes, moda y cosmética que el próximo 3 de mayo empezará a cotizar en bolsa, valora el conjunto de sus marcas, licencias y derechos en 4.114 millones de euros, cantidad que a cierre de 2023 suponía el 53,4% de sus activos totales.

Sin embargo, en el folleto que el grupo ha remitido a la CNMV, el dueño de enseñas como Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Rabanne, Nina Ricci o Charlotte Tilbury advierte que “nuestros activos intangibles netos totales […] pueden estar sujetos a deterioro en el futuro”.

Entre los cinco grandes riesgos que Puig contempla en su folleto de salida a bolsa y que los inversores deberán tener en cuenta, la compañía reconoce que, dentro de una industria de la belleza que es “altamente competitiva”, “nuestras marcas son críticas para nuestro éxito”.

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“Nuestro éxito depende de la capacidad para proteger nuestros derechos de propiedad intelectual y respetar la propiedad intelectual de otros”, asevera Puig ante el supervisor de los mercados financieros. Cabe recordar que, además de sus propias marcas, Puig tiene acuerdos para explotar otras como Adolfo Domínguez, Banderas y Christian Louboutin.

De esta forma, podría decirse que las marcas y resto de activos intangibles de Puig equivalen a casi un 30% de la valoración total que el grupo podría llegar a alcanzar en su debut si se mueve en el rango alto de la horquilla, hasta los 13.900 millones de euros. Si se moviera en la parte baja del rango, los 12.700 millones, el valor de las marcas supondría entonces cerca de un 32,5% sobre el total de los activos.

Otros posibles riesgos que menciona Puig en su folleto tienen que ver con “varias operaciones y compromisos adoptados después del 31 de diciembre de 2023 y que afectan a nuestra liquidez y posición financiera”.

Pero, al mismo tiempo “las obligaciones de pago en relación con participaciones minoritarias en ciertas marcas constituyen pasivos significativos para nosotros y requerirán que realicemos desembolsos de efectivo significativos en el futuro”.

También recoge que “estamos sujetos a procedimientos legales y riesgos de cumplimiento normativo”, así como que “nuestras operaciones podrían verse interrumpidas, y nuestras pérdidas pueden no estar aseguradas”.

Política de dividendos

Por otro lado, y según consta en el folleto, Puig no ha aprobado ninguna política de retribución al accionista. Esta tampoco está exenta de riesgos. No obstante, la compañía indica que tiene la intención de distribuir dividendos en efectivo en un futuro próximo "de manera prudente", el primero de ellos con cargo a los resultados de 2024.

En este caso, prevé repartir entre sus accionistas el 40% de sus beneficios, un pay out -como se conoce en el argot bursátil- en línea con su historial de dividendos, no afectando a sus objetivos de continuar haciendo crecer su negocio.

Puig evaluará “la conveniencia de introducir una política de dividendos en el futuro”, en función de sus resultados y sus necesidades de financiación. “No hay ninguna garantía de que vayamos a pagar dividendos en el futuro o, en caso afirmativo, cuál sería el nivel o el importe de dichos dividendos”, subraya la compañía.

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El importe de la retribución al accionista, en su caso, “dependerán de una serie de factores”. Entre esos factores se incluyen el importe de los beneficios y reservas distribuibles y sus planes de inversión, los ingresos, el nivel de rentabilidad, la generación de flujo de caja o las restricciones legislativas.

Puig también menciona "el nivel de dividendos pagados o acciones recompradas por otras empresas cotizadas comparables que operen en España y otros factores que el consejo de administración o la junta general de accionistas puedan considerar relevantes en cada momento".

En cualquier caso, el importe de los dividendos será propuesto por su consejo de administración y aprobado por sus inversores en la junta general de accionistas. La celebrada el pasado 5 abril dio el visto bueno al reparto de 186,1 millones de euros con cargo a prima de emisión.

Bonus

Según el documento publicado este jueves, la compañía repartirá, un bonus por la salida a bolsa de unos 100 millones de euros para todos sus empleados, incluido el consejero delegado, y sus altos directivos. Su importe será de entre 80 y 90 millones de euros, teniendo en cuenta los costes de la Seguridad Social, tal y como aprobó su consejo de administración el pasado 19 de marzo.

Además del mencionado bonus, la compañía de perfumes, moda y cosmética retribuirá con 9,3 millones de euros -incluida la parte del pago por la salida a Bolsa- a su consejero delegado y miembro de la familia fundadora, Marc Puig. El primer directivo del grupo cobró 25,7 millones de euros en 2023.

Otros 4,3 millones de euros, con las mismas condiciones, serán para los altos directivos. Determinados empleados clave que no forman parte de este colectivo recibirán 3,1 millones de euros “en reconocimiento de sus respectivas contribuciones” en el contexto de la salida a bolsa.