Meghan Markle (38 años) ha reaparecido públicamente una semana después de comenzar su separación de la Corona Británica. La mujer del Príncipe Harry (35) ha acudido a un centro de mujeres en Vancouver para tomar el té. Una visita que se ha hecho pública gracias a la fotografía que publicaron en su página de Facebook.

La actual Duquesa de Sussex quiso aprovechar su estancia en Vancouver, Canadá, para acudir al Downtown Eastside Women's Centre, un lugar donde se tratan los "problemas que afectan a las mujeres de la comunidad".

De lo más sonriente, Meghan posaba junto al resto de mujeres en una foto que subieron con este título: "¡Mirad quien ha venido a tomar el té hoy! La Duquesa de Sussex, Meghan Markle, nos ha visitado hoy para hablar de los problemas que afectan a las mujeres de nuestra comunidad".

Una imagen que llega después de las fotografías que publicó el Daily Mail de los primeros días de la actriz en Canadá. La esposa del Príncipe Harry ha querido poner tierra y marcharse de Reino Unido después del revuelo causado por el anuncio de su renuncia a ser miembros senior de la Familia Real Británica.

Mientras el Príncipe Harry gestiona todos los detalles de esta nueva vida con la Reina Isabel II (93), su padre el Príncipe Carlos (71) y su hermano, el Príncipe Guillermo (37). Una reunión en la residencia de la Reina en Sandringham que ha servido para dejar claro al pueblo británico que la pareja no disfrutará del dinero de los contribuyentes ahora que han decidido comenzar una vida nueva: "Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas. Por lo tanto, se acordó que habrá un período de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido".

El papel de Isabel II

Isabel II respondió mediante un comunicado a la decisión de Harry y Meghan.

Nada más conocerse la decisión de Harry y Meghan de apartarse de las obligaciones de la Familia Real, Isabel II se reunía durante varias horas con su nieto -y con Meghan mediante videoconferencia desde Canadá- en la residencia de Sandringham para abordar la polémica.

Posteriormente, la monarca emitía un comunicado en el que manifestaba que desde Buckingham apoyan "por completo el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven", aunque reconoce que le habría gustado que los duques de Sussex siguieran "trabajando a tiempo completo como miembros de la Familia Real".

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