El color metalizado y los cristales han sido lo más visto en la alfombra roja del cine de Hollywood. Ha habido aciertos memorables y errores garrafales de estilismo que algunos hubieran preferido no ser captados por las cámaras.
Estos son los mejor y peor vestidos de la alfombra roja de los Oscar.
Jennifer Lawrence ha apostado por la comodidad aunque sin olvidar la gran gala que es la entrega de premios de los Oscar. El metalizado ha triunfado en esta cita y en el caso de la actriz, la naturalidad del maquillaje y la inocencia que transmiten sus ondas en el melena combinan drásticamente con el atuendo y nos encanta.
Paz Vega, uno de nuestras representante en la alfombra roja se ha vestido con un traje muy floreado de inspiración entre japonesa y española. No nos acaba de convencer el estampado, pero hemos de reconocer lo bella que está con cualquier cosa que se ponga.
Sorprende, como mínimo, el vestido escogido por Nicole Kidman. Es cierto que los Oscar es una gala para arriesgar, pero ese tipo de lazo delantero nos parece demasiado. Ha tenido apuestas mejores en anteriores ocasiones.
Este estilo entre griega del futuro y estatuilla de Oscar nos ha dejado algo perplejos. Lupita irradia buenas vibraciones con lo que se ponga, pero desde aquel año con el vestido azul princesa, quizá hayamos puesto en ella el listón demasiado alto.
Gael García Bernal va correcto. Un traje acorde a lo que se pide en una gala de etiqueta de este tipo. Además su sonrisa conjunta a la perfección con el resto del estilismo.
¿Qué quiere decirnos Adam Rippon? Extraño es el adjetivo perfecto para describirle. De la cabeza a los pies es un sinsentido continuo.
Maya Rudolph es elegancia de arriba a abajo. El rojo siempre es un acierto y con ese porte y ese rostro despejado gana puntos.
Jennifer Garner está debajo de toda esa tela y gasa de color azul eléctrico. Quizá sean demasiados metros de vestido cuando ella está preciosa con un simple estilismo.
Sandra Bullock es de las actrices que suele meter la pata con sus estilismos de alfombra roja, por eso, aunque no sea un espectáculo de vestido, la hemos aprobado porque no va ni tan mal para los errores que suele cometer.
Gina Rodríguez lo ha intentado pero se nos ha quedado en amago. Escotazo en V, mucho brilli-brilli, doble cola, cinturón brillante, ese color nude... demasiada ostentación que no consigue brillar.
Salma Hayek nos ha dejado en shock con este look. Cristales, color lila y volantes. Muy poco acorde a lo que ella suele mostrar. El espíritu latino que suele reivindicar esta muy lejos de este atuendo.
Viola Davis no ha pasado desapercibida con este atuendo rosa chicle a juego con su clucth. El tono queda radiante en contraste con su piel, pero tanto rosa impactaba demasiado en los ojos.
Margot Robbie ha ido sobreseguro. El blanco es un color limpio que junto a su rostro angelical y su pelo dorado combinan a la perfección en una noche donde se mira al detalle cada look.
Emma Stone ha pillado lo primero que tenía en el armario y ha aparecido en los Oscar tal cual. Tres colores diferentes y un lazo-cinturón raruno.
Mucha gasa para decir tan poco. Emily Blunt no nos convence. No tiene un estilismo espectacular pese a que el vestido en sí pueda ser bonito. A veces más sencillez supone mayor acierto.