El Gobierno de Viktor Orban ha sido el centro de las críticas internacionales en la gestión de la crisis humanitaria que vive Europa. Desde las historias de personas llegadas de lugares como Siria o Afganistán varadas en la estación ferroviaria de Keleti (Budapest) hasta la posterior construcción de vallas fronterizas, Hungría lidera el ala más dura. El portavoz del Ejecutivo magiar, Zoltan Kovacs, atiende a EL ESPAÑOL en entrevista telefónica:

¿Está contento con el último acuerdo cerrado sobre la crisis de los refugiados y migrantes en los Balcanes?

Creemos que cada paso que nos lleve un poco más cerca de ser capaces de manejar la crisis es bienvenida. Desde esa perspectiva, sí. Pero por lo demás, muy honestamente, sigue faltando la primera decisión obligatoria, que es que tenemos que defender las fronteras europeas, lo que requiere que las fronteras griegas deberían defenderse para cortar el suministro de migrantes.

Si echa un vistazo a los 17 puntos, los recursos comunes para la vigilancia de fronteras están en el décimotercer puesto. Eso dice mucho sobre la perspectiva de la Unión Europea, puesto que fue un encuentro organizado por la Comisión. Las medidas acordadas ayudan a tratar lo que vemos sobre el terreno, pero definitivamente no proveen el paso real hacia la solución.

En este momento [los migrantes] están evitando a Hungría, porque hemos puesto en práctica medidas efectivas. A mediados de septiembre levantando la valla con la frontera serbia, cortamos las rutas de suministro de los traficantes de personas. Con las mismas medidas en la frontera con Croacia, se están protegiendo las fronteras de Schengen en Hungría. Así que hay un ejemplo de que está funcionando.

Pero precisamente por estas vallas las organizaciones humanitarias denuncian que los refugiados se están viendo atrapados entre países.

Todos los estados miembros de la Unión Europea tienen exactamente el mismo tiempo para prepararse para lo que se avecina. Estamos ocupados con debates -como los de las cuotas- que son una pérdida de tiempo. La gente, los migrantes siguen viniendo y seguirán viniendo si no se implantan medidas diferentes.

¿Entonces usted construiría vallas alrededor de todos los países de la Unión Europea o qué haría?

No. No nos gusta la valla, como siempre hemos dicho. Pero la valla húngara no es la primera, es la quinta en toda Europa: hay una valla en España, que está funcionando muy bien; hay una valla en Bulgaria, en Grecia y en Turquía, que desde la perspectiva del problema también pertenece al asunto europeo.

La valla húngara es la quinta valla. Todo el mundo sabe que están funcionando. Pero a la mayoría de creadores de opinión o periodistas no les gusta.

Hungría defiende que los puntos fronterizos de su valla ofrecen la posibilidad a los solicitantes de asilo de realizar su petición. 

La posibilidad legal está completamente abierta a todo el mundo para venir a la Unión Europea, pero deben pasar ciertas medidas. Necesitan documentación que pueda probar que tienen derecho de asilo, y esto no está sucediendo. Lo que está sucediendo es un influjo completamente irregular e ilegal de gente. Y ese es el problema.

¿Cuántos puntos de control tienen las vallas en las fronteras húngaras para ofrecer la posibilidad de solicitar asilo?

Todos los pasos oficiales están abiertos y hay cuatro específicos para migrantes, dos en la sección serbia y dos en la croata.

¿Y cuántos solicitantes de asilo han sido aceptados desde que se implantaron las vallas?

Nadie está yendo allí [a los puntos de control habilitados para ello]. Nadie está eligiendo venir a través de los caminos legales y oficiales. Eso es sintomático, ¿no le parece?

¿Me está diciendo que desde que Hungría construyó estas vallas ningún migrante ni refugiado está pasando por estos puntos de control?

Muy al principio, hubo algunos, quizá cientos, en la sección croata que intentaron pasar por los puntos de entrada legales. Pero en las últimas semanas, básicamente nadie los está usando.

¿A qué cree que se debe?

[Silencio. Tartamudea]. Tenemos una explicación para ello. ¿Cómo decirlo? Lo que ves sobre el terreno es siempre una posibilidad de venir a la Unión Europea de forma ilegal y de manera irregular, sin control. Prefieren elegir eso. Y debe de haber una razón para ello, porque la mayoría de ellos resulta que no tienen derecho de asilo.

Pero incluso si realmente fuera así, mucha gente está pasando situaciones muy malas en su camino hacia Europa, ahora con el frío y la lluvia...

[Interrumpe]. Pero mire, el problema es lo que hemos experimentado aquí en Hungría: en ese momento el tiempo era bueno, el sistema para refugiados y migrantes estaba en marcha y nadie usó las infraestructuras. Intentar poner en marcha infraestructuras no ayudaría, porque esta gente no las usaría. Querían ir a Alemania y ese es el quid de la cuestión.

¿Cuántos solicitantes de asilo hay ahora en Hungría desde que comenzó esta crisis?

Unos 500 permanecen en el sistema institucional. Pero -una vez más- no se trata de Hungría, tenemos capacidad para más de 3.000 personas. Nadie quería quedarse. Querían ir a Alemania o Escandinavia.

Viktor Orban ha dicho que el 70% de quienes cruzan Hungría son hombres jóvenes y parecen un ejército y habló de devolver a todas las personas de vuelta a casa -sin distinción entre migrantes económicos y solicitantes de asilo- como la verdadera solución.

Estos son los preocupantes hechos: el 70% de los que llegan, que no se ven en los medios internacionales, son hombres jóvenes.

¿Eso es malo?

Es preocupante, ¿no? Quiero decir, esta gente viene de países donde hay una guerra civil desde hace años. Incluso por simple estadística es imposible que algunos de ellos no participen en la guerra o acciones militares. Y en este momento nadie lo sabe.

Pero eso no significa necesariamente que no sean solicitantes de asilo, ¿no?

Habría que ser muy, muy cuidadoso cuando alguien viene de una guerra civil desde Siria o Afganistán, participando ellos mismos en la guerra o acciones militares… me lo pensaría dos veces -o más, realmente- para tener en cuenta la solicitud de asilo.

¿Cuál cree que ha sido el peor error en esta crisis humanitaria?

La [falta de] habilidad de Europa de afrontar este reto. Es obvio que el sistema de migración y refugiados a estas alturas ha fracasado. Nadie, excepto Hungría y un par de países más, nadie está respetando los protocolos de Schengen y Dublín. Y ese es el problema. Si todo el mundo se limitara a cumplir sus deberes, incluso con las reglas existentes, la situación sería diferente. Y todos sabemos que estas reglas son insuficientes a la vista del reto de la migración ilegal.

¿Se arrepiente de algo en toda esta crisis?

No.